Bach a gran nivel
felipe | Chile | 09/13/2004
(4 out of 5 stars)
"Bernstein se hizo mucho mas famoso que Ormandy, y sin molestar a sus aficionados Ormandy logro con la Orquesta de Filadelfia niveles de belleza musical muy superiores. En este caso se pueden apreciar dos obras de distinta factura pero que nos muestran una parte de lo que ambos directores son capacez de alcanzar.
El oratorio de Pascua es bello, vibrante, emotivo, exquisito, es una obra coral de innegable valor en la historia de la musica religiosa, no alcanza la notoriedad de La pasion segun San Mateo, pero no por ello desmerecedora de todo elogio merecido, Ormandy y la Orquesta de Filadelfia son como siempre inigualables, con sonidos pulcros, perfectos y claros, lo único que podemos encontrar negativo son los solistas y no por calidad sino por conocimiento, son grandes cantantes pero no muy populares, en realidad las grabaciones son de los años sesenta por lo que muchos de ellos seran desconocidos (aunque Forrester y Lewis tienen su prestigio) por los nuevos aficionados a la música clásica, en todo caso muchos de ellos pueden encontrarse en grabaciones del mismo Ormandy, Bernstein, Walter, Schippers o Boulez. Si no los han escuchado es un buen momento para comenzar.
Bernstein y el Magnificat estan en buena forma, aunque a nuestro querido director le falta fuerza y le sobra seriedad, el vigor y la alegria de la música se alejan de Bernstein. La Orquesta Filármonica de Nueva York es una de las grandes aunque en un oratorio barroco no alcanza a manifestarse en su totalidad.
Los solistas como en Ormandy no son los mas famosos pero en ningún caso les quita mérito, tienen gran belleza vocal y toman su papel en cada parte del Magnificat como les corresponde, disfruten estas obras como lo que son, lo mas grande de las obras corales jamas compuestas."
Philadelphia at it's finest.
Cooper J. Wright | Eugene, OR | 03/23/2010
(5 out of 5 stars)
"As a musician, I revere the old recordings of Stokowski and Ormandy with the old Philadelphia. The strings are lush as usual, and whatever Philadelphia gives up in clarity from numbers, they gain in warmth and depth of such an ensemble. The singers are terrific, as are the instrumental soloists. de Lancie's aria (track 2) is the pinnacle of oboe performance with his pure phrasing shapes and soaring singing tone.
This is recording is an excellent version in the true old Philadelphia style, and is certainly not to be missed."